Carlos Ruiz

La alquimia es una práctica protocientífica desarrollada durante la edad media. Uno de sus objetivos era la transmutación de metales en oro a través de la búsqueda de la piedra filosofal que conseguiría esta transmutación y la vida eterna. Este proyecto pretende conseguir el objetivo de la alquimia a través de la química moderna.

Basándonos en una molécula de oro formada por dos átomos, contando sus neutrones, electrones y protones, y restándole los electrones, protones y neutrones de un átomo de mercurio encontramos la estructura de la piedra filosofal. Es a partir de esta regla de tres, siguiendo la lógica, como encontramos la nueva molécula de oro. Se trata de una falacia ya que las leyes de la química no funcionan así.

Un átomo de oro está compuesto por 79 protones, 79 electrones y 197 neutrones. Es decir, una molécula de dos átomos de oro estaría compuesta por 158 protones, 158 electrones y 394 neutrones. El mercurio, elemento del que partimos está compuesto por 80 protones, 80 electrones y 120 neutrones. Si restamos el átomo de mercurio a nuestra molécula de oro, la piedra filosofal estaría compuesta por 78 protones, 78 electrones y 274 neutrones.

Para buscar la estabilidad de la molécula utilizamos dos átomos de mercurio y dos de piedra filosofal para que sus electrones de valencia sean 8, formando un enlace covalente estable.